Comida típica de Alemania

Comida típica de Alemania

Platos populares de Alemania

 

No importa si tu alemán no es muy claro, sabes perfectamente que ya sea una Bratwurst o una Brühwurst son de las mejores salchichas del mundo porque son salchichas alemanas y si los alemanes tienen cosas mejores que su historia musical, seguro que son las salchichas. Ya sean blancas, de ternera, de res, de cerdo o de tocino, acompañadas de un buen pan o un tarro de cerveza; así nos visualizamos cuando comemos comida alemana. Sin embargo, la gastronomía de Alemania es más variopinta, diversa e influenciada por sus vecinos. Alemania tiene resultado de una historia, geografía y cultura una excelente gastronomía que podría deleitar a cualquier comensal más allá de consumir solo una salchicha.

Esta mezcla interesante de culturas culinarias está formada por los países que fronterizan con Alemania como Francia, Austria, Holanda, Suiza y Dinamarca. Estos aportes maravillosos han creado una historia y tradición rica en las regiones con que limita. Por ejemplo, la gastronomía del sur es parecida a la de Suiza y Austria, por otra parte, el norte está influenciada por la cocina holandesa y resultan abundante los platillos como pescados y mariscos con un toque holandés. 

La cocina alemana en general está caracterizada por preparaciones muy sencillas, aunque grasas, esto puede ser determinado por su clima frío. En el país, el uso de carnes ya sean frescas o ahumadas es frecuente en sus preparaciones, donde las carnes pueden ser res, aves de corral, buey, ternera o el popular cerdo. Los würsten (embutidos) son cuantiosos en las carnicerías, donde se observan las salchichas de distintos tipos, colores y sabores; también los escalopes y chuletas tienen un sitio en los estantes.

Las carnes de aves pueden provenir de gallinas, ocas, gansos o pavos. El jabalí, corzo y conejo son menos frecuentes por ser carnes de caza, pero también muchos platillos como el Rin cuentan con estas. Las carnes de los embutidos van picadas en pedazos muy pequeños condimentados con diversas especies. En cuanto a los pescados comunes están los arenques de la zona norte, de igual modo el bacalao, salmón y el rodaballo; hacia las zonas cercanos a los ríos hay preparaciones con anguila ahumada que deleitan a más de uno y truchas por lo general servida en papillot. Ya sean ahumados, frescos o en escabeche, los platillos de origen acuático son altamente consumidos en la zona norte y también periódicamente en la región sur, pero de la proveniencia de los lagos como el Constanza. 

La dieta del ciudadano alemán también incluye una fuerte cantidad de verduras. Las ensaladas comúnmente contienen lechugas, tomates, pepinos y pepinillos, de igual modo cebollas y otros vegetales de cosechas de la época en que se sirvan. Aun así, las patatas son siempre usadas para acompañar distintas guarniciones, siendo su pareja ideal la carne preparada.

Hablando de la variedad de elementos que se consumen en esta nación, que no es para nada una monótona dieta a base de salchichas, porque además de ser conocidos como los reyes en cuanto a los embutidos, la fama de Alemania se extiende de igual modo a ser llamada el rey del pan de centeno. En Alemania las panaderías muestran un espectáculo de variedad de panes, con sabor y calidad. Puedes conseguir miles de panes distintos y unos 1.200 panecillos. Desde tiempos inmemorables la calidad de los panes era controlado por gremios, por ello, desde su creación en la edad media, para los alemanes la elaboración de un pan es un arte sagrado bien supervisado. Centeno y trigo son las estrellas que tras un gran esfuerzo de estos genios del pan dan como resultado estas joyas de la cultura culinaria alemana. 

 Pero tras sentarte a la mesa y darte un banquete, no puedes olvidar el postre y hay que ver que los alemanes saben de eso. Las tartas y pasteles de frutas como las cerezas y las ciruelas gozan de gran reputación, aunque quizás, la tarta más popular sea la internacional tarta de la Selva Negra. Sin embargo, en cuanto a postres, son muy comunes las heladerías con sus múltiples presentaciones del helado que en conjunto con Italia elaboran una cantidad abismal de variedades de este y que se pueden conseguir y consumir hasta en invierno.

No hay que olvidarse de beber algo y siempre se puede brindar con buena cerveza y la creada en el país es excelente. Cada región tiene sus variantes en cuanto a la cerveza, pero las más populares son la de la región de Baviera. Y si se está en Alemania en octubre y septiembre se puede disfrutar de las fiestas dedicadas a la bien habida bebida.

Brezel O Pretzel

Las hemos vistos, son galletas en forma de lazo, ya las hemos probado, lo que no es común es que el pretzel conocido en América es algo distinto del original. El pretzel alemán es una especie de brioche pan salado con forma de lazo, cuyo nombre brezel proviene del alemán bracellus que es pequeño brazo y hace similitud a su forma. Todos en el país alemán comen brezeles, en especial en su Baviera ciudad de origen. 

Son conocidos dos tipos populares de brezel, los que parecen galletas y los suaves panes que cuentan con una rica variedad de versiones en las que cuentan con ingredientes como almendras o ajo. 

La masa del pretzel es una mezcla entre levadura, harina de trigo, azúcar, leche, mantequilla y agua tibia. También se le puede agregar ralladura de limón, canela y vainilla si son su variante dulce. Se acostumbra a luego de amasar y hacer los lazos característicos, bañar con yema de huevo y unos pocos terroncitos de sal. Terminan siendo una creación dorada y crujiente, si son su variante pan, por dentro tienen una suavidad deleitante. Por algo eran usados como premios, por los monjes benedictinos, para los niños. 

Su origen se cree que fue en comienzo de una primavera cuando empuntaba la constelación del ternero, por tanto, su forma posiblemente se deba a los cuernos de este. Este se difundió en las festividades celtas en honor de la entrada del sol en la constelación zodiacal de Aries. 

Un hecho curioso de los pretzels es que en una ocasión estuvieron a punto de ser la causa de muerte del expresidente George W. Bush, en el 2002. 

Dulces o salados, suaves o crujientes, los pretzel valen el riesgo. Un delicioso sabor alemán, perfecto para un bocadillo.

Brötchen

Brötchen o semmel, estos panecillos son la base del desayuno alemán, bien sea con salchicha o mermelada. Su forma varia de cocina en cocina, pero por lo general tiene forma redondeada similar a un puño y por encima se recubre con algunas semillas. Su textura es crujiente e interesante. Su masa está hecha de harina de trigo y centeno (en algunas ocasiones), azúcar, sal, levadura, mantequilla y leche tibia. Y su sabor es tan bueno que es parte de la más arraigada gastronomía alemana.

Existe la costumbre de comer brötchen cada domingo, por lo menos. Y es que en todas las regiones del país se come este delicioso panecillo y lo que enriquece más la receta de tal platillo es que en cada zona tiene variantes. Por ejemplo, el brötchen Sajonia y Brandenburgo es llamado knüppel, contiene manteca y tiene una forma alargada. En el sur del país se le llama laugensemmel y tiene un rocío superficial de sal parecido a los pretzels. En franconia se le conoce como semmel. En Berlin el Schusterjunge se elabora con trigo y centeno y tiene un característico color oscuro. Los diferencian los condimentos como las semillas de sésamo y comino del Partyrad, y las formas como el ovalado langsemmel. Y en otros países tiene versiones muy parecidas que son en su vecino Suiza el kaisersemmel y en Polonia el kajserica. 

Schnitzel

Schitzel, escalope o filete estilo Viena es un platillo tradicional de Alemania a pesar de su origen austriaco. Este consta de un fino filete de ternera que se reboza en una mezcla de huevo, pan rallado, pimienta y harina de trigo. El resultado luego de freír es un filete sabroso que se come en toda Alemania y Austria por igual. Tradicionalmente se sirve con patatas, salsa de arándanos y abundante arroz. 

El Schnitzel tuvo su origen en el Bizancio y gracias a los árabes se extendió a Europa, para llegar a Viena en el siglo XV o XVI, que por su cercanía con Alemania e influencia en su comida terminó formando parte de la gastronomía nacional.

Este plato goza de gran popularidad en Europa, en Israel donde es elaborado con pechuga de pollo o pavo, en Suecia donde se le agrega alcaparras, en Suiza donde le suman quesos, jamón y salsa de tomate, en Ecuador comúnmente llamado chuleta donde se realiza con carnes variadas como la de cerdo, pescado o pollo. En Venezuela y Argentina le llama milanesa, se cocina con pan seco rallado y se sirve con patatas fritas y en Río de la Plata existe una versión denominada milanesa a la Napolitana que luego de freída va cubierta de salsa de tomate, jamón y queso mozzarela.  

Generalmente lo que impresiona en este platillo es el tamaño del filete de ternera, que es muy grande y avergüenza a la ración de patatas que lo acompaña. La cual, por cierto, no es la única acompañante. Hay variantes muy famosas como los champiñones: el champignons schnitzel.   

Cerveza

Originalmente el néctar divino de las tribus que habitaban Alemania en la antigüedad. Con plantas y hierbas aromáticas creaban una cerveza más ligera a la consumida hoy en día, pero desde entonces su uso era toda una regla. Es el acompañamiento más común de cualquier platillo en el país desde tiempos remotos, por esto forma parte de la cultura culinaria y tradición alemana. 

La tradición cervecera del país es tal como para que en 1516 el duque Guillermo IV promulgara una ley de pureza, donde se dictaminaba el uso de la cebada malteada, levadura, lúpulo y agua para su elaboración en ese momento y para siempre.

Existen nueve tipos diferentes de cervezas que van desde la pilsner, que es una bebida de Pilsen en Bohemia con color amarillento y contenido lúpulo, hasta llegar a la cerveza negra con tan solo 5 grados de alcohol. 

También es común por la región o temporada el uso de otros ingredientes como jugo de limón para agregar frescura en el verano o algo de azúcar o especias. Sea como sea es la bebida más tomada en Alemania y lo sitúa como el mayor productor de Europa y el tercero en consumo per cápita. 

Salchichas (Würstchen)

Es el plato por excelencia con que es relacionado el país. Son los embutidas con más fama de Alemania, aunque existan otros igual de apetecibles. Además de la elaboración de distintos tipos de salchichas, dependiendo de la región también hay platillos que la tienen como pilar. Aproximadamente se pueden contar unos 1.500 tipos de salchichas en dos clases que son las bruhwurst o salchichas cocidas y las bratwurst que son las asadas, fritas o a la plancha. Entre las más populares están las blancas típicas de Munich, las weibwurst. Tambien las currywurt en salsa de tomate y curry, las debrecziner picantes, las rostbratwurst que son asadas y las fleischwurst hervidas tienen sus fans.  

Las salchichas en Alemania se elaboran con carne de cerdo por lo general, aunque también la carne de res puede ser incluida en estas. Este embutido está hecho con una envoltura de tripas naturales y tienen una forma alargada característica. 

Las salchichas bruhwurst tienen mucha condimentación, las frankfurter están hechas con una deliciosa carne ahumada en madera de haya y son famosas en el mundo entero por su exquisito sabor. Las bockwurst que también son de clase bruhwurst son elaboradas con carne de cerdo, pollo o pavo, que según la región también pueden ser de pescado, una interesante salchicha. Para comer estas siempre se llevan a cocción y las puedes identificar de forma sencillas porque son las más gruesas. Entre este grupo son muy usadas las conocidas como knobländer que son perfectas para comer en trozos frente a una buena cerveza alemana. Las salchichas bockwurst fueron creadas en 1893 por Robert Scholtz y Benjamin Lowenthal.

Sean de la clase o el tipo que sean, las salchichas son sabrosas y más acompañadas con patatas y alguna salsa típica de Alemania, donde se disfruta a menudo de estas delicias.